Hay relaciones que se basan exclusivamente en la violencia y en Tan cerca en todo momento siempre Joyce Carol Oates (Estados Unidos, 1938) nos presenta algunas.
La violencia a veces enmudece, pero nunca deja de acecharnos y, cuando menos pensamos, despierta con toda su crudeza.
El amor es frágil como una cáscara reseca, dice la autora en un momento. Y a mí me queda esa frase dando vueltas en la cabeza durante horas. El amor, como la violencia, también está latente.
¿Pero cuando deja de ser amor para convertirse en obsesión, agresión, abuso? ¿O es que nunca fue amor?
Esta autora sin dudas conoce los laberintos que entrelazan estos temas contrapuestos. Violencia y amor. Amor y violencia.
Es una narradora excepcional, que me ha dejado sin aliento ante una escena intensa y sangrienta, de la misma forma que me estremeció hasta las lágrimas al describir la fragilidad de un personaje.
Me resulta imposible leerla sin dejar de pensar en mi escabrosa relación con la violencia. Al igual que leerla sin que algo me tiemble en el pecho.
Se las recomiendo.
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Susana Aliano Casales 