Jordi Sierra i Fabra es un escritor español nacido en Barcelona en 1947, con una reconocida y extensa obra literaria.
Campos de fresas es una de las tantas novelas en la que pone la mira en los jóvenes.
La adolescencia suele llegar como una bofetada que nos sacude por completo y cuando transitamos esa etapa intensa de emociones y vivencias, algunas veces algo que decidimos nos coloca ante el abismo.
No nos damos cuenta de todo lo que implica esa decisión que tomamos motivados por la curiosidad, por diversión o por otras razones propias de alguien que está probando la vida. A veces, nos arriesgamos tanto con lo que decidimos, que llegamos a poner en peligro nuestra existencia.
Eso fue lo que le pasó a Luciana, con 18 años, cuando decidió probar una pastilla de éxtasis en la discoteca y terminó en coma. La familia, los amigos y la policía juegan un papel en esta historia. Pero sobre todo sus amigos, sus pares, motivados por una realidad que los toca de cerca.
Una novela conmovedora, al mejor estilo Sierra i Fabra, que me deja reflexionando.
Todos sabemos que de los errores que cometemos, de las decisiones equivocadas que tomamos, es que aprendemos, pero cuando ponemos en juego nuestra propia vida por ir tras una experiencia como esta que pretende vivir Luciana, nos olvidamos por completo de lo frágiles que somos. Y esto, claro, no sucede solo en la adolescencia.
Si tenemos suerte, los resultados perjudiciales de las malas decisiones se revierten, porque hay gente que actúa, porque reflexionamos y damos marcha atrás, porque desandamos un camino… Aunque este no fue el caso de uno de los jóvenes que inspiró al autor a escribir esta novela. Porque, a veces, las consecuencias de las decisiones que tomamos también pueden ser letales.