Hay libros que se leen con el cuerpo entero. Nutrí tu día. Mucho más que desayunos y meriendas saludables, el nuevo libro de Jacinta Luna Lussich, es uno de ellos. Desde las primeras páginas, nos invita a detenernos en cada imagen, en cada ilustración. Nos invita a mirar con cariño los ingredientes que tenemos a mano, a elegir con intención y, sobre todo, a recordar que cocinar puede ser un acto de presencia y amor.
Más que un recetario, este libro es un tejido de historias, saberes compartidos y recetas nacidas al calor de una cocina cálida y amorosa. Jacinta nos habla desde su experiencia y lo hace con una voz cercana, que no da lecciones, sino que comparte hallazgos.
Desde que tengo memoria los frasquitos han estado en mi vida. Casi que no puedo imaginar mi cocina sin ellos al alcance de la mano. Cada uno me cuenta algo, me ayuda a organizarme y a no perderme. Por eso, decidí compartir algunas ideas sobre estos colaboradores fieles.
La cocina que propone es real: se hornea entre tareas, risas de niños, recuerdos de infancia y alguna que otra improvisación. También es una cocina consciente, atenta a los ciclos del cuerpo y de la naturaleza, que se pregunta por el origen de los alimentos y por el modo en que los llevamos a la mesa. Una cocina que siempre agradece.
La naturaleza, moldeada con armonía para abastecer a la comunidad, convivía con la otra naturaleza, la espontánea y salvaje, la que no se dejaba manejar y tenía sus propias reglas.
El libro está estructurado en bloques que dialogan con los momentos del día, pero también con ideas, valores y emociones. En cada preparación hay algo más: un “pique” que enseña, una sugerencia para adaptar, un guiño a lo que se puede congelar o reutilizar, una anécdota . Todo está pensado para hacerle la vida más amable a quien cocina, sin perder profundidad ni belleza.
Uno de mis contenidos preferidos es el «Manifiesto por la variedad en la alimentación», pero sería injusta si afirmara que es un contenido de valor exclusivo, porque el libro tiene muchos otros igualmente valiosos.
La comida no es solo un sustento, es una experiencia cultural. Cada plato cuenta una historia. Cada ingrediente tiene su propio viaje.
Uno de los aspectos más notables de Nutrí tu día es la presencia de muchas voces: nutricionistas, especialistas en cocina saludable, educadores y comunicadores. Sus aportes enriquecen el libro con miradas que cruzan lo científico, lo emocional y lo social, y construyen una visión integral de la alimentación. En tiempos donde la relación con la comida suele estar atravesada por la prisa, la culpa o el mandato, este libro ofrece un camino distinto: el del disfrute simple, el del ritual cotidiano, el del vínculo amoroso con lo que nos nutre.
Nuestro bienestar no depende únicamente de lo que comemos. La nutrición integral es un equilibrio entre lo que comemos, pensamos y sentimos. Carla Pereira (nutricionista naturista).
La edición —hermosa y cuidada en el más mínimo detalle— acompaña ese espíritu: las ilustraciones, las fotografías, el diseño y las coloridas páginas invitan a leer tanto como a cocinar.
Nutrí tu día es un libro para tener a mano, para volver a él una y otra vez, para llenar de anotaciones.
En lo personal, tuve el honor de acompañar el proceso de edición y de contribuir con algunos textos. Leerlo ahora, impreso y con su aroma y sus vívidos colores, me emociona, porque sé que detrás de cada página está el trabajo de muchas personas, pero también la generosidad y una voluntad profunda de sembrar conciencia. Una voluntad que compartimos todos los que hemos participado en este gran proyecto.
Jacinta nos entrega un libro necesario. No solo por lo que enseña, sino por cómo lo hace: con alegría, con libertad y con amor. Por eso, deseo que circule y que se vuelva parte de las mesas donde se conversa, se comparte, se aprende y se celebra.
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