El escritor esloveno Peter Svetina ya había conquistado mi corazón y con Los sabios hipopótamos (¡Más Pimienta!, Malinc, 2020) no hace más que afianzar el cariño que siento hacia su obra, tapizada de hechos cotidianos y transformadores, que apuestan a plantearnos un contacto permanente con los sentimientos hacia nosotros mismos y hacia los demás, con el humor como guía imprescindible.
Son imperdibles las aventuras de Huberto y Marcelo, los amigos hipopótamos casi filósofos protagonistas de las historias de este libro, que tiene hermosas ilustraciones del artista uruguayo Francisco Tomsich.
Solos o con sus curiosos amigos, se enfrentan en cada cuento a distintas situaciones que los llevan a reflexionar sobre la amistad, el entorno, las costumbres, la solidaridad, la vida juntos…
Hacen sorprendentes deducciones en cualquier momento, pero, sobre todo, desde su lugar en el mundo: a la sombra de un plátano.
Cada cuento es una invitación a pensar, a analizar, a observar, a imaginar. Y es posible leerlos de principio a fin con una sonrisa en los labios.
Eso es lo que me hechiza de Svetina, su forma de hacerme partícipe de sus historias con el humor como recurso, al tiempo que plantea temas profundos y necesarios.
El sentido del humor nos permite conocernos, explorarnos y cuestionarnos desde una esencia positiva y luminosa, incluso en situaciones duras o complejas.
Si somos capaces de concebir la vida con sentido del humor, este deja de ser un recurso momentáneo para convertirse en una de las más sabias posturas, como pasa con la obra de Svetina, donde no solo hay hipopótamos sabios. También hay un escritor que sabiamente logra despertar esa esencia positiva que todos llevamos dentro.
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Susana Aliano Casales 