La revisión y edición son etapas fundamentales en el proceso de escritura, que permiten refinar el trabajo, corregir errores y mejorar la escritura.
En este artículo, comparto algunas de las estrategias de revisión y edición que suelo utilizar para identificar errores, mejorar la coherencia y pulir el estilo de escritura, para lograr, así, un texto final mejorado.
Dar un descanso al texto
Antes de comenzar la revisión, es importante alejarse un poco del texto. Dejar que repose durante un tiempo, ya sea unas horas o unos días, permite volver a él con una perspectiva fresca y objetiva, y esto facilita la identificación de aspectos que se pueden mejorar.
Leer en voz alta
La lectura en voz alta permite “escuchar” al texto desde un lugar diferente que la lectura silenciosa y es una estrategia que utilizo con mucha frecuencia, una vez que le permito al texto su descanso. Es recomendable, si es posible, leer el material completo, ya que permite identificar errores con facilidad, tanto en lo que respecta a ortografía, sintaxis, repeticiones o confusiones, como de estructura, ritmos o claridad en las ideas planteadas.
Revisar la estructura y fluidez
Conviene revisar especialmente la estructura general del texto, para asegurarse de que haya una introducción clara, un desarrollo coherente y una conclusión, si se plantea, que también sea pertinente. Las ideas deben organizarse de manera que existan enlaces y transiciones armónicos, sin inconsistencias o saltos abruptos para que la narrativa fluya.
Corrigir errores gramaticales y ortográficos
La corrección de errores gramaticales y ortográficos es una parte esencial de la edición. Es importante leer el texto con detenimiento y prestar atención a la puntuación, la concordancia verbal, el uso correcto de los tiempos verbales y las reglas ortográficas y gramaticales en general. Si se utilizan herramientas de corrección, mi consejo es que no confíen el trabajo únicamente a ellas.
Simplificar y clarificar las frases
La simplificación suele aportar mucho al texto. Las frases y los párrafos claros y concisos transmiten las ideas con mayor fuerza. Es importante evitar el uso excesivo de palabras complejas o jerga innecesaria. Las frases excesivamente largas se pueden dividir en oraciones más cortas, por ejemplo, y es importante eliminar cualquier ambigüedad.
Verificar la coherencia y consistencia
Un aspecto fundamental es asegurarse de que el texto es coherente en términos de estilo, tono y voz narrativa. Es necesario verificar que los personajes y la trama se mantengan consistentes a lo largo de la historia, así como prestar atención a los detalles y a cualquier contradicción o incoherencia. Muchas veces ayuda crear una lista de personajes, sucesos importantes o detalles relevantes para encontrar claridad a la hora de realizar la edición.
Obtener retroalimentación
Compartir el texto con otros escritores o editores para obtener retroalimentación suele dar resultados muy positivos. Se puede agregar el pedido de comentarios específicos sobre la claridad, cierto personaje o algún aspecto del texto que genere dudas. La perspectiva de otra persona ofrece ideas frescas y ayuda a identificar áreas fuertes o débiles del texto.
En conclusión, la revisión y edición son procesos que requieren tiempo y paciencia, pero son esenciales para lograr un texto final de calidad.
Espero que estas estrategias sean un buen aporte para quienes buscan mejorar sus textos.
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