Libros & contenidos – Susana Aliano Casales

He intercambiado mucho sobre el valor enorme de la lectura en el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños. ¿Pero qué pasa, específicamente, con la lectura como herramienta en el marco del proceso educativo?

Su impacto en el rendimiento escolar está casi fuera de discusión. Los educadores que utilizan frecuentemente la lectura como vía para el desarrollo y la expansión de los niños habrán comprobado de manera directa el impacto que tienen los libros y la literatura en la generación de disfrute y como espacio de socialización y de aprendizaje. Mejoran las habilidades lingüísticas, comunicacionales y sociales de un modo trascendente en muchos casos.

¿Exploramos sobre cómo la lectura habitual puede potenciar el rendimiento académico de los niños y por qué es esencial fomentarla como hábito desde una edad temprana?

¡Vamos allá!

Desarrollo de habilidades lingüísticas

Una de las formas más evidentes en que la lectura influye en el rendimiento escolar es a través del desarrollo de habilidades lingüísticas. La exposición constante a nuevos vocabularios, estructuras gramaticales y estilos de escritura ayuda a los niños a mejorar sus habilidades de comunicación. 

Todo esto puede sucederles a los niños con la lectura frecuente:

• Expanden  su vocabulario: introducen palabras nuevas en un contexto dado, lo que facilita su comprensión y uso en la conversación y la escritura.
• Mejoran la gramática: los diferentes tipos de textos permiten que los niños internalicen las reglas gramaticales y las apliquen en su escritura.
• Desarrollan la comprensión lectora: mejoran la capacidad de entender y analizar textos, una habilidad esencial para el aprendizaje en todas las áreas del conocimiento.

Aumento del rendimiento académico

Los estudios han demostrado que los estudiantes que leen con regularidad tienden a tener mejores calificaciones. 

Esta mejora en el rendimiento académico puede atribuirse a varios factores:

• Mejores habilidades de escritura: los niños que leen frecuentemente tienden a escribir con más fluidez y creatividad; la exposición a diferentes estilos de narración y construcción de argumentos les permite desarrollar sus habilidades creativas y de escritura.
• Mayor capacidad de análisis crítico: la lectura fomenta el pensamiento crítico y la capacidad de análisis, como ya he señalado, pero, además, los niños que leen habitualmente son más propensos a cuestionar, sintetizar información y hacer conexiones entre diferentes conceptos y realidades.
• Interés por el aprendizaje: la lectura puede despertar la curiosidad y el deseo de aprender sobre diversos temas, porque cuando los niños la disfrutan suelen estar más motivados para investigar y profundizar, lo que puede generar un rendimiento escolar superior.

La lectura como hábito de vida

Fomentar el hábito de la lectura desde la infancia no solo beneficia el rendimiento escolar, sino que también sienta las bases para un aprendizaje continuo a lo largo de la vida. Los niños que desarrollan un amor por los libros son más propensos a seguir explorando nuevos temas y a buscar información de manera autónoma en el futuro.

En este artículo puedes leer más sobre los beneficios de la lectura en la infancia.

Estas son algunas estrategias para fomentar el hábito la lectura:

• Crear un espacio de lectura en el que se ofrezca una variedad de libros y crear un lugar acogedor para leer puede motivar mucho a los niños.
• Establecer rutinas de lectura, como antes de la merienda o antes de dormir, puede ayudar a los niños a asociar la lectura con momentos agradables, que luego esperan con alegría.
• Participar en actividades de lectura puede hacer que la lectura sea más social y entretenida, al tiempo que se comparte en ámbitos y con gente nueva o diversa, y esto plantea interesantes desafíos.
• Plantear temáticas que motiven a los niños, según las etapas de la vida en las que se encuentren y los intereses que tengan, para que puedan relacionar sus realidades con un espacio en el que pueden compartirlas y crecer.

Y si te interesa profundizar en el fomento de la lectura en casa o en el aula, te dejo este enlace para que leas un artículo concreto que plantea actividades para lograrlo.

Fomentar el hábito de la lectura desde una edad temprana es una de las mejores inversiones que padres y educadores podemos hacer como apuesta al desarrollo personal, social, espiritual y académico de los niños.

¡Anímense a considerarlo seriamente quienes no lo han hecho! Es un camino de ida.

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